Sabemos que hay una pregunta que ha rondado tu mente durante los últimos meses, ¿Qué es mejor? Presencial, home office o coworking. La demanda de espacios flexibles alejados de los esquemas de alquileres tradicionales, sin las exigencias de un compromiso a largo plazo así como el exceso de ofertas de espacios para trabajar, han plantado la duda en muchos profesionales independientes que buscan reducir costos y aumentar la productividad en las primeras etapas del lanzamiento de su emprendimiento.
Las grandes empresas ya han adoptado fórmulas de trabajo flexible de forma permanente, pero ¿Qué hay de los que van comenzando? La realidad es que las oficinas no mueren, evolucionan y se transforman, ahora el enfoque de estos espacios tienen un objetivo más definido. Lugares de encuentro, reconexión y colaboración.
El equilibrio entre el Home office y el trabajo presencial
El cambio que generó la pandemia en la manera de trabajar puso sobre la mesa varios temas que es necesario mantener visibles, ya que nuestro hogar suele ser el lugar donde pasamos nuestros momentos de ocio y relajación, es fácil perder de vista el equilibrio entre la comodidad y la productividad.
El home office nos ha permitido mantenernos más conectados con la familia, pero también implica un ajuste en nuestras formas de trabajo, ya que para los que tienen hijos más pequeños el estar en casa implica una mayor demanda de tiempo. Aquellos que viven lejos de su oficina, encontraron un alivio ya que los tiempos de traslado pueden ser invertidos en otras cosas ¿Te imaginas levantarte sin la prisa de llegar a una oficina? Solo basta con cambiar de habitación y comenzar tu jornada.
La respuesta en 2021 parece ser una combinación que nos permita recibir clientes, realizar eventos presenciales bajo protocolos sanitarios, interactuar con otros profesionales y con la libertad de poder trabajar en casa de ser necesario. Así que si piensas en llevar tu negocio a otro nivel, ya puedes ir considerando estas nuevas modalidades en tu plan de trabajo.